Una startup es un proyecto ambicioso, con mucho por hacer en el que cada detalle tiene importancia: la inversión, el equipo que lo desarrolla, la iniciativa, la implicación, el proyecto en sí, la comunidad. Todo es importante, además de por ser algo que “comienza”, porque también necesita el máximo respaldo posible y a menudo, este no existe y el equipo que lo pone en marcha es reducido.
De ahí que ocurra habitualmente que el CEO de la startup o persona que la crea haga mil cosas a la vez y vaya contra-reloj. Esto es más que entendible porque los recursos son los que son pero ir “al día” no es algo positivo. Se dejan muchas cosas por el camino, no se llega a casi nada y la frustración no tardará en aparecer. En una startup es importante tener claro qué se necesita, hasta lo más impensable, lo más planificado posible; marcar hojas de ruta al principio, aunque cueste, es la clave del éxito y que después, solo quedará ir implementando, analizando para corregir desviaciones y seguir andando. Sin estos “planes”, tu proyecto será muy inestable y las inversiones no retornarán ni una pequeña parte de lo que podrían haber conseguido en caso de que hubieses planificado y ejecutado con predicción.
Por esto, y porque tu startup y lo que hace, necesita ser conocida por el grupo de personas denominada “usuario o cliente objetivo” es importante que pienses, antes de pasar al día a día, en la Comunicación que implementarás para conseguir tus objetivos de visibilidad y posicionamiento de marca. Algo como ya sabes imprescindible para después, tener ventas. No puedes, ni debes, dejar al azar tu comunicación, que te “pille el toro” en cada acción y tengas que hacerla a “la carrera” porque o no llegarás y perderás la oportunidad, o harás un trabajo de mala calidad. Lejos de ayudar a tu marca incurrirá en generar una nefasta imagen tanto a los medios de comunicación como a los receptores finales. Así que, sí o sí, como siempre decimos y mucho más si tienes o lideras una startup, necesitas una Estrategia de Comunicación. Ahora seguramente estarás pensando que en qué lío te vas a meter o qué difícil es esto seguro de hacer una planificación para unos meses vistas pero te aseguramos que si haces este esfuerzo, además de valer la pena en cuanto a resultados para tu empresa, tu día a día será mejor y más relajado porque todo estará contemplado y fluirá mejor.
Cómo empezar una Estrategia de Comunicación desde 0
1.- Lo primero que tienes que hacer es a recopilar datos. Es fundamental que tomes papel y lápiz o Excel – Word para los más tecnológicos y vayas anotando detalles y lo que tu empresa tiene para poder saber así lo que necesita. Materiales, documentos, imagen corporativa, mensaje de comunicación, bases de datos de medios, medios objetivos a los que te gustaría llegar. Lo que tengas, debes incluirlo en esta lista. Repetimos: ¡sin saber lo que tienes no puedes ponerte a hacer nada porque puede incluso que repitas cosas que ya tiene mientras que dejes otras sin hacer!
2.- Cuando ya lo tienes recabado, es hora de marcar tus objetivos de comunicación. Dónde quieres llegar con estrategias y acciones de comunicación, a quién deseas abarcar. Es evidente que si no ponemos el foco en algo, estaremos perdidos: como si se tratase de un tiro con arco, necesitamos conocer dónde y cuál es nuestro centro de la diana para poder apuntar. Marca objetivos reales, medibles y alcanzables. Nada de imaginar lo inimaginable, ahora no es el momento. Tienen que ser algo motivante pero a la vez que se pueda hacer realidad. Si no, de nuevo, caeremos en la frustración y no es el momento.
3.- Analizar lo que hacen los demás y dónde estás tú. No puedes obviarlo. Hacer un análisis de la situación general y de lo que hacen los demás es indispensable para poder situarte y también mejorarlo, destacar y diferenciarte. Un estudio del entorno, de la situación, de ti mismo en cuanto a comunicación y de lo que hace la competencia te dará muchas claves.
4.- Plasmar todo en tu estrategia. Ya tienes reunido lo necesario y ahora solo te falta plasmarlo en un documento con el que puedas trabajar a diario. Olvida esos Planes de Comunicación “eternos” que se hacían solo para colocarlos en las estanterías. Necesitas un documento vivo, ágil, que puedas alimentar a diario y que te sirva. ¿Prefieres un power point, un Excel, un Prezzi? Lo que a ti te resulte más sencillo porque la estrategia de comunicación es para ti, para tu marca, para que la implementes. Incluye el índice sobre el que debe pivotar todo:
- Introducción
- Análisis del entorno
- Análisis de la competencia
- Objetivos
- Estrategia
- Acciones de comunicación (muy detalladas)
- Calendario (día a día lo que hay que hacer tanto en el día D de la acción como en el previo por la preparación y también el post por los análisis)
- Presupuesto (de las acciones, no puede faltar para saber cuánto te costará el ejercicio)
- Análisis de resultados (esta parte es la que más viva estará porque después de cada acción deberás implementar qué ha pasado, qué está bien, qué mejorar y las conclusiones de cada momento).
- Conclusiones finales (son muy útiles porque dentro de un mes, leyendo esta página podrás recordar muchas cosas rápidamente y añadir otras nuevas).
Tu startup es tu proyecto, parte vital de tu vida y necesita… Planificación