Las comunicaciones en su acelerada evolución han ofrecido a las empresas una gran variedad de medios de comunicación para entablar conversaciones con sus clientes, empleados y proveedores. Día a día surgen nuevos escenarios de diálogo e interacción que amplían el abanico de posibilidades para que una empresa transmita y posicione su discurso de marca y se comunique eficientemente con sus principales actores y clientes externos e internos.
Sin duda, las redes sociales han tomado un lugar protagonista en el mix mediático, conjunto de medios de comunicación que una empresa posee para comunicarse, de las empresas.
Facebook, twitter, pinterest, linkedin son sólo algunas de las más populares y éstas evolucionan constantemente. La acelerada evolución de estos medios puede resultar abrumadora a la hora de estructurar la estrategia de comunicación y en ocasiones puede dificultar la definición de los objetivos y las acciones necesarias para conseguirlos.
Las redes sociales han traído al lenguaje un sin fin de términos y conceptos que se han vuelto parte de nuestra cotidianidad. Palabras como “ Seguidores ”, “ Likes ”, “Likers”, “ Tendencias ”, “ Hashtag ”, “ Tweets ”, “Retweets ” hacen parte del lenguaje de la comunicación empresarial y el marketing. En ocasiones, con afán de simplificar las acciones a realizar, definimos nuestros objetivos alrededor de la consecución de “ Likes ” y “ Seguidores ” imaginando, como sería lógico, que a más “likes” o más “seguidores” mayor es el éxito.
Los “Likes”
Es importante destacar que los ” Likes “ son calificaciones positivas por parte del público objetivo que corroboran que el contenido publicado por la empresa les gusta, y los ” Seguidores “ son las personas que atraídas por el contenido publicado deciden estar informadas de las actualizaciones de la empresa. Sin embargo, este tipo de interacción es momentánea, solo es necesario hacer click en un botón y la interacción desaparece, no se genera ningún feedback para la empresa y por tanto no se abre ningún canal de información que permita a la empresa mejorar o recoger información adicional. La única información recogida es Me gusta o No me gusta.
Esta forma de ver las comunicaciones en la era digital puede llegar a limitarnos y distraernos de los verdaderos objetivos de nuestra comunicación como empresa. Hay que entender que las redes sociales son simplemente una herramienta y que detrás de ellas prevalece la naturaleza intrínseca de la humanidad de relacionarse, manifestarse e interactuar. En la mayoría de las ocasiones, el número de “Seguidores” o “Likes” resulta irrelevante si la comunicación que ejecutamos en estas redes sociales no incita a la interacción continuada entre público y empresa.
Es por esta razón que los objetivos deberían plantearse alrededor de construir una comunidad alrededor de los actores que inciden en la actividad diaria de la empresa. En generar un valor con el contenido que se ofrece, pero sobre todo, crear un espacio para permitir la interacción humana.
Por Adriana Méndez