Todos los emprendedores comienzan su andadura empresarial con las mismas dudas, ¿tendrá éxito mi negocio?, ¿cuántos años conseguiré que funcione?, ¿cómo puedo hacer para que prospere?, ¿en qué etapa me encuentro?… Pues bien, la incertidumbre y las dudas son algo normal y forman parte de la etapa de nacimiento o comienzo de la actividad empresarial. En este post vamos a analizar la vida de una compañía y las fases de un negocio por las que pasa el emprendedor y la empresa durante su vida activa. Y para ello, haremos un símil con las etapas naturales de la vida de un ser humano.
1.Gestación
Es el primer paso de todo negocio. El emprendedor se plantea numerosas preguntas sobre su madera de empresario, la necesidad real del mercado y si tiene los recursos necesarios para sacar adelante un proyecto empresarial. En esta fase se analiza la idea de negocio y se buscan socios e inversores.
2. Nacimiento
La empresa comienza a operar en el mercado. En esta etapa, se asume un alto riesgo personal y se adquiere un alto compromiso con uno mismo. Es la fase en la cual más que una empresa, es un autoempleo y se trabaja día y noche con gran disciplina y esfuerzo.
3. Infancia
El negocio va creciendo, pero se tiene un gran miedo a no generar dinero. Todo el trabajo está centralizado en el emprendedor y aunque puede que la empresa cuente con un pequeño equipo de trabajo, el empresario siente la necesidad de tomar todas las decisiones. Día a día aumenta la preocupación por no generar lo suficiente para cubrir los gastos pero a fin de mes se obtiene una visión optimista del negocio porque no solo se cumplieron los objetivos, sino que se superaron. Es la fase en la que el emprendedor debe consolidar el modelo de negocio eficaz.
4. Adolescencia
En esta etapa se comienza a analizar la trayectoria recorrida para estudiar los fallos y buscar soluciones óptimas para potenciar las ventas. Cuando se alcanza la adolescencia empresarial, el negocio comienza a generar beneficios automáticamente y el empresario comienza a relajarse, delegar tareas y consolidar un equipo de trabajo profesionalizado.
5. Madurez
En esta fase ya se han superado todas las dificultades iniciales, y por desgracia, no muchas startups llegan a vivir esta faceta. En ella, se estudian los siguientes movimientos empresariales como convertirse en el líder del mercado, abrir nuevas fronteras o ampliar el negocio. Es elección del emprendedor decidir qué camino va a escoger la empresa.
6. Muerte
La última fase de todo negocio es la decadencia y posterior muerte. De todas las fases de un negocio, suele ser la etapa más triste y desesperanzadora puesto que en muchos casos es provocada por una mala gestión. Los problemas no siempre son económicos, también pueden darse a nivel de procesos o gestión del capital humano. No es una fase por la que pasan todas las empresas, pero a lo largo de los años siempre hay que tener en cuenta la posibilidad de que todo termine.
Los mercados son cambiantes y evolucionan diariamente por lo que las empresas en cualquier fase de su vida, deben evolucionar al mismo ritmo y entender que el ciclo empresarial sigue las mimas pautas que el ciclo de la vida humana. Por ello, todo emprendedor debe trabajar diariamente en la eficiencia corporativa desarrollando cada una de las fases como si se tratase del crecimiento personal.